Descripción
Cognac Courvoisier L’essence
Cognac Courvoisier L’essence es la última creación del maestro destilador Jean-Marc Olivier. Esta maravilla dentro del mundo de los cognacs es una sublime harmonía de espirituosos extremadamente raros que datan de los dos últimos siglos. El Courvoisier de l’Essence representa el espíritu de Courvoisier, restaurando el respeto de la tradición, la pasión y el innegable intento de innovar de la casa Courvoisier.
La botella de cristal Cognac Courvoisier L’essence proviene de Baccarat. Este decantador tiene una historia muy especial: está formado en forma de anillo, en realidad es una referencia a Napoleón.
Cognac Courvoisier L’essence se recomienda degustar preferentemente en una copa tulipán, solo o ligeramente rebajado con algunas gotas de agua mineral.
Nota de Cata:
Vista: En vista se presenta con un color ambarino y luminoso.
Nariz: En nariz encontrarás aromas de hojas de tabaco, seguidos de notas de crema quemada, almendras, miel, para acabar con recuerdos muy delicados florales.
Boca: En boca notamos regaliz, albaricoques, entre otros, que se van desarrollando suavemente en el paladar para llegar a una intensidad larga y persistente.
Courvoisier
La bodega se encuentra en el Castillo de Jarnac, el cual está localizado en la población que lleva el mismo nombre, en el departamento de Charente, al oeste de Francia. Su historia se remonta al año 1809, en tiempos de la Revolución Francesa, cuando el primer Emperador de Francia, Napoleón Bonaparte, tomó el trono. Emmanuel Courvoisier, el fundador, y Louis Gallois, alcalde de Bercy en esos momentos, se juntaron para abrir una empresa de vinos y bebidas destiladas en los alrededores de París.
Gracias a un trabajo de calidad, el éxito de estos emprendedores creció. El mismo Napoleón Bonaparte fue a visitarlos. Una teoría es, que quizá por lo que probó, Napoleón empezó a darles a sus tropas una ración de coñac buscando elevar su moral durante las Guerras Napoleónicas en curso, buscando que pudieran probar vino por la tarde y coñac por la mañana.
El reconocimiento continuó en aumento, el coñac era parte de las mesas más exclusivas, como la de los Tribunales Reales de Dinamarca, Inglaterra y Suecia. Incluso, Napoleón III, requirió personalmente que Courvoisier fuera el proveedor oficial de la Corte Imperial.
En los años 80, los directivos de la bodega asumieron una posición revolucionaria con cambios innovadores para tener una calidad superior. Entre los cambios se encuentra la micro-destilación, el envejecimiento propio del roble francés y el almacenamiento en barriles verticales.
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